La vida es mejor que el chocolate. ¿Por qué no saborearla?

Publicado el 7 de diciembre de 2023, 14:42

Hace unos días una amiga que tiene una Escuela de Música me comentaba cómo van cambiando los hábitos y las actitudes de sus alumnos. En concreto, había dos actitudes que le sorprendían mucho. Una de ellas es que los jóvenes de ahora muestran una pereza impresionante para pensar y prefieren que les den todo hecho y masticado. La otra es la velocidad con la que quieren vivir la vida. Y me ponía el ejemplo de que cuando ven videos o películas las ven en el modo de velocidad rápida. Ella, asombrada, les espetó: - ¡Pero así os perdéis todos los detalles! A lo que ellos respondieron: - ¡No importa, así podemos ver más cosas!

No creo que los jóvenes sean distintos de los adultos, pues ellos reflejan la sociedad que estamos construyendo, donde los adultos tenemos una gran responsabilidad. El consumo de contenido fácil y vivir a toda velocidad son dos características de nuestro tiempo. Hoy quisiera traer unas reflexiones que nos motiven a vivir el momento presente.

 

Cuando saboreamos, disfrutamos e intentamos alargar ese momento lo máximo y nos regodeamos con ese placer. Es como cuando pones un trozo de chocolate en tu boca; su dulzor con toques quemados y amargos, su aroma, su textura y untuosidad hacen que quieras prolongar esa experiencia al máximo y cuando se acaba ha dejado algo adictivo que te impulsaría a repetir la experiencia. Sin duda, la vida es mejor que el chocolate. ¿Por qué no saborearla?

 

Cuántas veces hemos deseado que algo pase pronto, que llegue el fin de semana o que lleguen las vacaciones. Pues nuestros deseos se cumplieron porque el tiempo voló. Cada día que pasa sin conciencia es un día perdido. ¿Por qué alguien querría perder un trocito de su vida? Esto no se concibe y una explicación posible es la falta de conciencia de que el tiempo es un bien limitado. No todos los días van a ser para disfrutar y ser felices, pues habrá días para sufrir, para la monotonía y para la desesperanza. Pero son nuestros días y todos son necesarios para encontrar el sentido de la vida que nos satisfaga.

 

Saborear la vida es aprender a vivir el presente, el aquí y el ahora, dedicando toda nuestra atención al momento. Concéntrate en lo que estás haciendo y no pienses en lo que harás después o mañana. Las mentes aceleradas no armonizan con el disfrute del momento presente.

 

El psicólogo Fred Bryant, acuñó el término savoring[1] en el campo de la psicología positiva, que consiste en maximizar (saborear) los momentos agradables de calma y bienestar para que tengan un impacto en la memoria. Los momentos felices del ayer pueden aliviar la tristeza o el malestar presente, pues van acompañados de emociones placenteras. Robert Butler prefirió utilizar la palabra reminiscencia, haciendo referencia a una técnica que consiste en mejorar la calidad de nuestro presente recordando momentos significativos, plácidos y felices del pasado. Tal evocación no es difícil, se puede entrenar. En muchas ocasiones esos tiempos fueron acompañados de melodías, fragancias, olores y sabores de tal forma que la estimulación adecuada de nuestros sentidos recupera rápidamente esas emociones. Lo que significa que las experiencias felices, agradables, y placenteras no están guardadas en recónditos compartimentos de nuestro cerebro; todo lo contrario, están disponibles en todo momento.

 

Va a ser muy rentable para nuestra vida esforzarnos por acumular experiencias y vivencias positivas como quien recarga una pila o ejercita un músculo. La consecuencia es que mejora nuestra atención, el enfoque en el presente, la actitud, la motivación y el manejo inteligente de nuestras emociones. Esto tiene gran importancia para vivir con plenitud, pues al vivir con conciencia plena el presente estamos garantizando un futuro más atractivo. Es una espiral de crecimiento. La riqueza espiritual que acumulas como consecuencia de vivir plenamente el presente es un cheque de garantía, una póliza, un seguro para vivir mejor tu futuro.

 

Un hombre que se permite malgastar una hora de su tiempo no ha descubierto el valor de la vida

 

Chales Darwin

 

[1] Bryant, F. B.; Smart, C. M.; King, S. P. (2005). «Using The Past to Enhance the Present: Boosting Happiness Through Positive Reminiscence». Journal of Happiness Studies. 6 (3): 227–260. 

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